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Tolo es una de esas personas que parece tener siempre algo interesante que compartir, el pasado Diciembre se presentó con una bebida casera de la que nunca habíamos oído hablar, la kombucha. Lo probamos mientras preparábamos la cena, tiene un color brillante y su sabor es difícil de explicar, una mezcla de ácido y dulce que va acompañado de una ligera efervescencia y un aroma muy agradable. Es una bebida muy antigua basada en la fermentación de té que procede de China. Llegó a Europa a través de la ruta de la Seda, fue muy popular hasta que empezó a escasear el azúcar durante la Segunda Guerra Mundial. Creo que esa noche no bebimos nada más.
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Se puede preparar en casa con un poco de paciencia, si os interesa su elaboración en este blog hay mucha información.
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